Inmigrantes en Nueva York: incertidumbre tras anuncio de recorte de ayuda alimentaria

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La medida anunciada por el alcalde de Nueva York, Eric Adams, tomará efecto a partir de enero de 2025. Foto: EFE


13 de noviembre de 2024 Hora: 14:10

Preocupación entre comunidad inmigrante por fin de programa de tarjetas de alimentos. La ciudad de Nueva York atraviesa un grave déficit presupuestario que amenaza con el cierre de muchos de los albergues temporales.

Aún antes de que Donald Trump se posicione como presidente de Estados Unidos, sus vientos antiinmigrantes ya empiezan a sentirse en Nueva York. Cerca de 2,600 familias de inmigrantes en la ciudad podrían quedar en estado de vulnerabilidad alimentaria tras el anuncio del alcalde Eric Adams de que dejarán de recibir las tarjetas con dinero prepagadas para compras de alimentos.

Una de las afectadas, la inmigrante indocumentada Anita Páez, se lamenta porque este beneficio es una ayuda fundamental para las madres cuyos esposos no ganan un buen salario y no pueden trabajar. «La verdad sí va a pegar bastante porque es un beneficio que uno tiene, más que todo ayuda para uno que uno, por lo menos nosotros las madres, mientras mi esposo trabaja y no gana un buen sueldo no puedo trabajar yo, y sería como una buena opción tener esa ayuda», expresó.

Las personas inmigrantes señalan que aún muchas no está recibiendo la ayuda, además informaron que el programa se eliminaría este mes. «No, todavía no estoy recibiendo ayuda, porque me dijeron que iban a eliminar el programa este mes, entonces no voy a recibir ninguna ayuda por los niños», lamentó.

La medida anunciada por el alcalde Adams tomará efecto a partir de enero de 2025. Todas estas familias provenientes de países de Latinoamérica cruzaron la frontera con México y fueron enviadas a Nueva York desde Texas como medida de retaliación contra la ciudad santuario.

La ciudad de Nueva York ha invertido $3,200,000 en este programa de protección a migrantes. Y aunque muchos neoyorquinos apoyan la inmigración, también creen que las ayudas públicas deben ser limitadas, como afirmó la residente Lisbeyli Rojas: «la ayuda es buena, por lo menos, que en cinco meses o dos meses, que den en un plazo y luego uno debe desarrollarse, porque uno vino fue a desarrollarse aquí, no a que lo mantuviera».

La mayor preocupación para estas más de 2,600 familias, muchas con niños pequeños, es quedar completamente desamparadas, ya que la ciudad atraviesa un grave déficit presupuestario que amenaza con el cierre de muchos de los albergues temporales. Anita Páez teme tener que buscar un nuevo lugar en tan solo dos semanas, pues le han informado que el albergue donde se encuentra cerrará el 1 de diciembre.

Autor: teleSUR: DRB

Fuente: teleSUR: Henry Camelo